Capitulo 8: William

Es de madrugada y William va despertandose poco a poco y se da cuenta de algo esta todabia en el antro y   tiene abrazada a la prostituta y ella tiene la cabeza apoyada en su pecho. Se siente extraño pero le gusta y empiesa a acariciarla suavemente, pasa la mano por su largo pelo y coje mechones observando como se deslisan entre sus dedos; pasa la mano por su espalda y siente el tacto de una cedosa y blanca piel, la que tanto a acariciado esa noche y se fija en sus labios unos labios carnosos y ligeramente rojos revive en sus pensamientos todos los besos que se dieron y los recuerdos  de la noche llegan a su cabeza, la chica le demostro que ella lo podia hacer disfrutar mas que ninguna otra, pues era su turno de devolver la jugada antes de marcharse.

Un ligero ronquido lo saca de sus ensoñaciones, observa como la chica empiesa a despertarse lentamente; cierra sus ojos con fuerza para volverlos a relajar, parpadea un poco antes de abrirlos por completo y se le pone duro enseguida. La chica lo esta mirando con sus hermosos ojos verde esmeralda, son bellos ipnotizarian a cualquiera pero tambien sus boluminosos senos los cuales acarician suavemente su torso, insitandolo, parece que lo llaman a gritos pidiendoles que los acaricien, los bese, les de atencion hasta ponerlos como piedras.

Observa los dientes blancos de la chica mientras sonrie picaronamente, una sonrisa que hace que se le estremesca algo dentro pero sin saber que; observa los labios que deboro esa noche o porlomenos eso piensa porque los tiene muy inchados y le dan una ganas tremendas de abalansarsele. Pero una voz dulce, femeina y muy seductora lo saca de sus fantacias.

-gane “dice la chica”

William esta al tanto de que esa anoche la chica lo domino como un corderito pero la noche aun no termina y el no dejara que se acabe asi. Piensa darle tanto placer a esa mujer hasta que se derrita en sus brazos, y suplicandole por mas no le costo mucho hacerlo con su verdadera prostituta pero esta pesando en cambiarla. Sin pensar en nada mas se le tira ensima y empiesa a besarla con pasion e introduce su lengua e al boca de ella y la devora, escucha un debil gemido sonrie para sus adentros.

William la acaricia y le da placer, muchas veces se arqueo bajo el, pero algo cambio y William lo siente pero no le da importancia. Esta logrando lo que queria la chica esta gozando e sus brazos pero el tambien lo hace, con cada gemido que ella le regala todo su cuerpo reacciona, la decea y mucho ya lo decidio. Cambiara a Kathleen por aquella chica y se da cuenta de que aun no sabe su nombre.

Al terminar ambos estan agotados y respiran entercortadamente…

-quien gano ahora, mamacita?

-yo gane primero

-dejemoslo e empate

-y entonces nadie se llebara un castigo

-no

-pero no es justo

William no quiere escucharla y empesar una discucion por lo que la besa, siente como la chica gime y se estremese bajo el.

-creo que ya hicimos bastante por esta noche no?

La chica no tiene fuerzas para responder por lo que se limita a acentir.

-como te llama?

-Kayla, y tu Matt

-Matt?

-ese es tu nombre no?

-si pero creia que tenia que llamar mr. C

-yo no soy Kathleen, disculpame

-eso lo tengo claro

A William le atrae la forma independiente de la chica, empiesa a darle besos por la madibula y por detras de las orejas donde descubrio un punto debil aquella noche o madrugada. Baja a su senos y empiesa succionarlos con rapidez pero con firmesa, se ponen duros enseguida y siente como ella se arquea, gime y estremese por sus caricias.

-no ivamos a dejarlo para luego ”dice la chica con la voz entrecortada por lo exitada que ya esta y gime cuando lo siente en su interior.

-creo que una vez mas no nos matara

Dicho esto ambos reaccionan con besos caricias y gemidos pero de ambas partes. Al terminar estan agotados 3 veces en una noche no es algo facil de llebar pero ambos estaban mas que dispuestos a alcanzar la cima una, otra y otra ves, pero deciden que ya fue suficiente ademas ya acordaron en que ella se combertiria en su nueva prostituta personal.

Cuando ambos recuperan fuerzas se visten. Estan en la cocina serviendose vino cuando William cae en cuanta de algo; cuando la penetro se le hizo complicado, destruyo una barrera. Escucho como ella gimia pero no le presto importancia pero ahora que lo analizaba bien no gritaba de placer, gritaba de dolor. Aquella chica, con la que disfruto tanto esa noche era virgen…